El Taller Magari se encuentra en una loma de Jesús Pobre. Entre viñedos y bosque junto al Montgó. Una tierra muy colorida que estimula la creatividad y el bienestar. En un espacio construido en madera y con carácter polivalente; según las necesidades.
Es aquí donde Angelica y Jean intentan unir en armonía sus valores e ideas provenientes de diversas artes en un punto de encuentro: la cerámica. En 2018 nace el proyecto MAGARI, traducción de “Ojalá” en italiano. “¡Ojalá salgan cosas bonitas!”
Jean, con sus habilidades plásticas e imaginativas, siempre se ha dedicado a las artes manuales, trabajando la madera, restaurando muebles antiguos e investigando la joyería. Además de su trabajo profesional en las artes visuales. La cerámica siempre fue un antojo por explorar.
Para Angelica, su primera forma de expresión siempre ha sido la danza, desconociendo otras posibilidades de crear hasta que sus pies tocaron tierra española. Aprendiendo nuevos lenguajes artísticos.
Compartiendo la sensibilidad y la pasión por el arte de crear, juntos forman MAGARI, una ocasión para dedicarse a la cerámica y a la creación libre, moviéndose por el instinto y la necesidad de vivir cosas bonitas.
Todo empieza de la materia prima, la tierra y su composición, que elaborada lleva a descubrir la alquimia de los compuestos. Realizan sus trabajos modelando a mano y al torno, investigando la formulación de esmaltes propios y utilizando hornos de gas para las cocciones. Con los cuatro elementos que actúan entre sí, creando como resultado piezas únicas y originales.
Reciben visitas de clientes y amigos con los cuales comparten experiencias cerámicas de modelado y cocciones con la técnica Raku.
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